martes, 18 de diciembre de 2007

Tremendo

A pesar de ser argentino, nunca he sido un egocéntrico. Pero he de reconocer...


...que cocino de la hostia. Peazo lasagna me salió ayer, y cuando me de por preparar mi famosa cazuela de garbanzos con chorizo también fardaré.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Música y realidad social: "Como venía diciendo..."

Bueno, empiezo con estas lineas ya con los deberes cumplidos, sin faltar a las tradiciones habituales (tanto como tradición no, pero si una costumbre que poco a poco puede que se convierta en algo mas habitual). Hace seis años quien firma estas lineas llegaba a España, sinceramente sin saber que iba a ser de uno: con 18 años que tenía, me preocupaba mas bien poco que estaría haciendo al día siguiente, sino que en lo único que pensaba era en salir de aquel infierno, de esos días de angustias en los que sabías que no tenías nada mas que lo que llevabas puesto o lo que viajaba en una cajita de metal que tu padre guardaba con recelo, los únicos 10.000 dolares que pudo pasar dado que el resto estaba parado en un banco. Del infierno de las calles de Capital al frío de un Barajas que ahora es prácticamente estación de paso han pasado seis años en los que me ha dado para todo: desde currar limpiando en una obra o como socorrista para pagarme mi primera matrícula en la Universidad o comprarme alguna cosa, ropa o un disco, a tener que ser el responsable de que algún descerebrado que crea en los medios masivos de comunicación me lea. Lo que se diría antaño, “el milagro americano”, el “from zero to hero” de los estadounidenses o, en términos mas argentinos, “el sueño del pibe”.


Siempre se ha dicho que las naciones formadas a partir de la inmigración han partido con relativa ventaja frente a los países surgidos del proceso de descolonización dentro de la configuración del “tercer mundo”; para muchos, esto es así porque quien decide hacer las maletas (cuando puede y tiene algo que meter dentro) y hacer kilómetros para empezar una nueva vida lleva consigo el bien mas preciado, que es esa voluntad de darlo todo, de jugársela a una carta, de hacer lo posible para cumplir con sus sueños. A Madrid mi familia llegó con el objetivo de hacer algo mas, de no pudrirse en la mediocridad y aferrarse a cuatro bienes materiales y una casa cuando el país se venía abajo: teníamos algo mas, había proyectos, ilusiones...en definitiva, muchos sueños por cumplir. Había que trabajar muy duro para conseguir lo que queríamos, pero siempre entre todos conseguimos arrimar el hombro e ir paso a paso. Eso me lleva hasta el mes de octubre, ya con los deberes cumplidos (hasta cierto punto, soy un hombre que mira hacia adelante, mas que nada porque atrás no hay nada), cuando dentro de una revista que me traía mi jefe de Estados Unidos me llegó un CD promocional de una marca deportiva (vamos a decirlo, es Adidas...a mi no me pagan) con una campaña lanzada en Estados Unidos.




La canción que suena (o no...me olvidé de decirle que le diera al play) se llama “I Was Gonna Tell You” y es parte de la banda sonora de la campaña “Basketball is a Brotherhood”: en ella, un equipo de baloncesto de un instituto pasa unos días con seis estrellas de la NBA, y donde aprenden de boca de sus ídolos, a los que alguna vez han visto jugar “solos contra el mundo”, que lo que importa es el que tienes a tu lado, que lo que importa es trabajar desde hoy para conseguir algo en el futuro y que no hay que olvidarse de los que algún día nos ayudaron o los que nos ayudan ahora. Como señala Kevin Garnett (quizá en cierto modo previendo lo que ocurriría en esta campaña con los Celtics), “We, not me” (traducido como “nosotros, no yo”). Las estrellas con contratos millonarios tienen que servir de ejemplo a todos los niveles: los chicos quieren llegar a ser como ellos, pero deben de hacerlo por su propio camino, sin descansar, sin dejar de intentarlo ni un solo día; la práctica hace al maestro dicen por ahí...

Desde que este verano se fijasen en mi mis actuales jefes (sin ser ni siquiera licenciado en Ciencias de la Información, con la experiencia que dan ya cuatro años colaborando con páginas web, montando programas de radio y podcasts) he visto como las ofertas crecían, así que decidí hacerme dueño de la canción (que no está en ningún disco mas que aquel, está compuesta concretamente para la campaña), porque he visto que el trabajo que he hecho me ha servido de algo, ha valido la pena tanto esfuerzo para conseguir dar los primeros pasos dentro de un sueño. Como decía, estoy dando mis primeros pasos pero no voy mirando al suelo intentando pisar sobre suelo firme: miro adelante porque la confianza que me da esto me hace flotar en el aire.

Vaya, ya iba a cerrar esto sin haberle contado cual era esa costumbre, torpe de mi: desde 2004, cada 16 de Diciembre, el día que me bajé en Barajas con -14ºC, veo el documental de Fernando Solanas “Memoria del Saqueo”. Ahí salen muchos chicos jóvenes que pudieron salir a la calle a gritar que no aguantaban mas pero que no han tenido una posibilidad para demostrar lo que valen (algunos de esos chicos pudieron decir "acá estamos", y su trabajo se ve en "Argentina Latente", también de Fernando Solanas), gente que lo dio todo durante su vida y que se vio en la miseria en cuestión de horas, nenes chiquitos muriéndose de hambre en las “villas miseria”. Cualquier cosa que no sea salir adelante sería faltarles el respeto, así como cualquier éxito que pueda tener yo en un futuro puede ser un espejo en el cual mirarse...pero nadie dijo que fuese fácil.


Enlaces de interés:
-www.adidasbasketball.com --> la web de la campaña publicitaria
-www.beaconstreetstudio.com --> los autores de la canción
-http://www.pinosolanas.com/memoria_info.htm --> web de "Memoria del Saqueo"

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Relaciones sociales y economía

Una charla entre dos compañeros de trabajo donde podemos ver, en una conversación, conceptos reflejados en Sweezy como el de la oferta, la demanda, los valores de uso y de cambio, ¿plusvalía? (si se sacase algún provecho con esto), la competencia, la acumulación (y su abuso) y la esperanza de que algún día descienda la oferta en este sector.




PD: siempre he pensado que la recompensa en el martirio para los muyahidines está mal planteada. Me da igual cuantas virgenes te den: mejor ya experimentadas, que uno disfruta mas...

domingo, 9 de diciembre de 2007

A propósito de Sweezy...

Partamos de la base de que fusilar de manera salvaje los textos de mis compañeros no sería una práctica didactica y de la cual podamos aprender algo, esto no va a ser un "copy-paste" mas de los trabajos de otras personas. Creo que si pudimos hacer una lectura comprensiva de los textos que usted nos envió, no cabe otra cosa que comprender lo que nos quieren contar nuestros compañeros de grupo cuando hacen referencia a lo escrito por este autor en cuanto a la teoría.


Sweezy se centra en el análisis de dos problemas dentro del planteamiento marxista, los del valor cualitativo y el valor cuantitativo. En la primera se muestra una dicotomía clave, diferenciando el valor de uso (es decir, el porque adquirimos un producto, la razón por la que lo tenemos) y el valor de cambio (lo que viene a ser la valía que damos a un producto en relación con otros). Precisamente ese “valor” del cual dotamos a las cosas viene dado por una serie de factores, del modo que en el caso en que seamos nosotros quienes fabricamos dicho producto, tendrá un valor de uso concreto (lo hacemos porque lo necesitamos) frente a un valor de cambio mucho mas alto (solemos primar mucho mas nuestro trabajo que el ajeno). Frente a este planteamiento se sitúan dos posiciones claves en el desarrollo de la teoría económica: por un lado Adam Smith relaciona directamente el intercambio de productos con la división del trabajo, el “laissez faire” y el libre mercado, Marx plantea que la división del trabajo existe desde tiempos anteriores a la existencia del “mercado”. La clave está en que el capitalismo es posible gracias a la producción de mercancías, pero la producción de mercancías existe con o sin capitalismo. Lo que Marx cuestiona es que en aquella época el libre acceso a los medios de producción permite que el trabajo se diversifique mucho mas, teniendo los individuos la “libertad” para producir lo que ellos desearan.


El hecho de que en los últimos doscientos años dos de los tres grandes elementos que mueven la maquinaria económica hayan estado en manos de quienes mas medios han tenido para saber moverlos produce para el alemán la diferenciación entre ese valor de cambio, ese “valor extra” que se le da a esos productos. Aquí entra en juego el concepto de "plusvalía", no relacionado directamente con ese "valor extra", sino en relación con la aparición del capitalismo dentro del proceso de producción de mercancías; de ahí que se plantee igualar el trabajo, hablar de que los productos no deben de tener un valor diferenciado, sino un “valor abstracto”, una valía que produce el trabajo que iguala las labores de todos los individuos; en resumidas cuentas, que el valor extra que le damos a los productos es (nunca mejor dicho) un producto de un pensamiento fetichista, del carácter que le damos a esas mercancías, una idea que en el inicio era prácticamente imposible de plantear en los intercambios y que desde el siglo XVII ha ganado peso. Cuando entramos a valorar cuestiones como la "plusvalía" o la "composición orgánica del capital", planteado como crítica al modelo, no hacemos mas que darle una mayor repercusión, mas fuerza. Las soluciones planteadas por Marx en el Capítulo V pueden ser positivas en el sentido de ayudar a frenar unos problemas, pero una serie de dificultades estructurales del sistema (inherentes o no al capitalismo) son practicamente imposibles de superar.


En lo referente a la caida del sistema y a la crisis del modelo, Marx habla de causas atenuantes de esta situación problemática, y entre ellas cita al comercio exterior: para mi esta es quizás la clave de que el proceso de caida en las ganancias no se produzca con tal magnitud hoy en día, con ciertos paises absorviendo la capacidad productiva o las materias primas de otros para seguir manteniendo un "tren de vida" que les permita mantener su ritmo.


Al fin y al cabo, la producción de mercancías es para Smith ni mas ni menos que “la forma universal e inevitable de la vida económica”; de un tiempo a esta parte se tiene acceso a una serie de artículos que (puede que) nos ayudan a hacer mas placentera nuestra vida. Si consideramos que la producción de mercancías es el centro de la vida económica, debemos centrarnos en los problemas de carácter cuantitativo, teniendo en cuenta el papel de la competencia y la demanda dentro de los procesos productivos. Así, si la economía carecía durante momentos de la presencia de un factor humano, así se acaba de “deshumanizar” el proceso. Pero si por otro lado nos centramos en el planteamiento marxista vamos mas allá, nos tenemos que concentrar tanto en los valores cualitativos como en los cuantitativos: como bien señala Sweezy, "la producción de mercancías se separa del reino de los fenómenos naturales y se convierte en materia válida de la investigación histórico-social. El economista no puede ya confinar su atención a las relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías; debe dirigir también su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía". Bien es cierto que el economista debe atender a cuestiones tales como el establecimiento de una serie de limites dentro de una sociedad de productores (“ley de valor”) o temas como la competencia, pero no debe de olvidarse nunca que mas allá de los fríos intercambios de mercancías existen individuos que se ven afectados por dichos flujos. Como ya estamos viendo a la hora de plantear nuestros trabajos grupales o como lo hemos hecho a través del análisis de artículos de prensa en clase, todo está conectado: no puede producirse un hecho económico en una parte del mundo sin que afecte a un grupo de personas al otro lado del mundo. Como politólogos debemos de valorar todo lo que nos rodea, desde los procesos económicos hasta el nacimiento de movimientos sociales que se plantean contrarios a dichos procesos, pasando desde el análisis de una actividad económica hasta las relaciones que los individuos que forman parte de tal proceso productivo tienen entre ellos y con individuos en su misma situación.